Humedades en los edificios
Las humedades son el principal problema de nuestros edificios. Más del 80% tiene alguna anomalía relacionada con ellas.
"Las goteras son el problema más extendido, unido al envejecimiento de la cubierta y la falta de mantenimiento."
La falta de mantenimiento favorece el crecimiento de plantas, que obstruyen desagües, y la acumulación de suciedad, que impide la evacuación de las aguas. Rápidamente, aparecen manchas en los techos, se extienden por las paredes y dañan los acabados. Con el tiempo, las humedades afectan la estructura al favorecer la oxidación de elementos metálicos o la putrefacción de la madera. Para evitarlo hay que revisar la cubierta cada año, limpiarla, reparar las piezas de pavimento rotas y renovar las juntas de dilatación resecas.
"La filtración de agua por la carpintería es otro problema habitual."
El deterioro del sellado de las ventanas por efecto de los rayos del sol y la lluvia es inevitable. Con el tiempo, los sistemas de sellado se resecan, el agua de lluvia filtra al interior y aparecen manchas alrededor de la ventana. Se deteriora el yeso, la pintura y la misma carpintería, especialmente si se trata de madera o hierro. Para evitarlo deben renovarse los sellados, limpiar las canaletas del marco y pintar los perfiles de la ventana cada tres años.
"Las fugas de agua en instalaciones provocan importantes daños en los acabados y la estructura del edificio."
La red de saneamiento es la que mayor porcentaje de lesiones tiene debido al mal uso, provocando atascos y fugas. En instalaciones de agua y calefacción, las fugas más frecuentes se producen debido a la corrosión y fallos en las uniones. Aparecen manchas en las paredes que indican el punto donde se ha producido la fuga. La prevención sigue siendo el mejor sistema para evitarlas. Es necesario tener registros en los cielos rasos para inspeccionar los tubos de agua y los desagües de baños y cocinas y, en el suelo, para inspeccionar las redes de saneamiento.
"La aparición de humedades de condensación a menudo parecen un fenómeno extraño."
La causa de la aparición de las humedades reside en un aislamiento térmico insuficiente y una ventilación deficitaria que no permiten renovar el aire cargado de humedad. El resultado es la condensación del vapor de agua del aire en paredes y techos y la aparición de manchas. Este problema puede resolverse con una correcta ventilación de las habitaciones. En caso contrario, será necesario mejorar el aislamiento térmico de las paredes y techos de la casa, siempre bajo la prescripción de un arquitecto técnico.
"En muchos edificios antiguos aparecen manchas de humedad en paredes y pavimentos de planta baja."
Se trata de humedades de capilaridad. Provienen de la humedad contenida en el suelo y ascienden por la pared, deteriorandola y provocando el desprendimiento de la pintura y los revocos. La construcción actual resuelve este problema al construir las plantas bajas separadas del terreno por una cámara de aire aislante denominada cámara sanitaria. En las viviendas antiguas la solución es más compleja y requiere la utilización de técnicas especiales bajo la supervisión de un arquitecto técnico.